Otro año más se celebraron en Santibáñez, y con el tiempo respetando, no llovió, las Jornadas de la Matanza, tradición ya asentada en nuestro pueblo y con una notable aceptación.
Amaneció nuboso y amenazando lluvia el día, pero finalmente este pareció apiadarse de los que allí nos encontrábamos y nos regalo un fin de semana para poder disfrutar de esta fiesta.
Las jornadas transcurrieron entre anécdotas e historias de esas que gusta oír y más si las cuentas los mayores, ya que es la gran herencia que nos dejan y que hay que guardarla como oro en paño.
Entre medias se limpiaba el cerdo, las mujeres se encargaban de las morcillas y otros más del fuego y el almuerzo. En las cocinas del local de la Asociación el trabajo era visible, y es que había que tener todo listo para más de 50 comensales. Las comidas y cenas de hermandad servían para reponer fuerzas y comentar las anécdotas vividas durante el día.
El domingo fue hora de estazar, hacer los filetes y el picadillo, los cuchillos sonaban en las chairas cada poco tiempo, dando idea de la labor que estaban realizando. El picadillo, ya con alguna modernidad, la máquina es eléctrica, caía en la duerna para preparar el "mejunje".
Y de fondo durante todas las jornadas las jotas y bailes tradicionales que bien alegran estas actividades. El próximo año más y mejor.
Las jornadas en imágenes:
La primera labor es "depilar" al chino |
Al cerdo se le extraen las vísceras para prepararle para orear |
Foto de familia |
Es momento de estazar y preparar la carne |
En la cocina el ajetreo es constante, enhorabuena a tod@s los cociner@s |
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