Comienza el nuevo curso

Tras unas merecidas vacaciones, y unos problemillas técnicos, volvemos para contaros toda la información de nuestro pueblo.

Vuelve septiembre, y con él la rutina vuelve a nuestras vidas, comienzan los trabajos, el pueblo vuelve a una relativa calma, y los niños empiezan las clases, tras un largo y duradero verano. El olor a libros nuevos, las mochilas por la calle, y ese jaleo, que se escucha en todo el pueblo a la hora del recreo, nos recuerdan que las clases han dado comienzo de nuevo.

Otro año más contamos con satisfacción que el Colegio Virgen de las Eras, vuelve a abrir sus puertas para recibir a los 17 niños, que de momento, están escolarizados en nuestro centro. También para recibir a dos nuevos profesores que se encargarán de distintas materias, damos la bienvenida a Gemma y Rodrigo, y les deseamos un feliz curso y acogida en nuestro pequeño pueblo.

Decíamos que es una satisfacción, pues en los tiempos que corren, es más fácil ver noticias de el cierre de escuelas rurales que el de su mantenimiento. Gran parte de que esto sea una realidad hay que dársela a las familias que apuestan por la escuela rural y a la corporación municipal del Valle de Santibáñez por las inversiones y mejoras para que nuestro colegio siga en funcionamiento.

Cabe destacar que en los últimos años, las noticias han sido positivas pues el número de alumnos ha aumentado con respecto al anterior. Esperemos que esta tendencia se mantenga en años venideros.

Nuestros niños tienen varias aulas y servicios que le hacen no diferir nada de una escuela de ciudad, gimnasio, aula de música, aula de informática, diferentes aulas para cada grupo de niños, comedor y cocina, en la que se prepara a diario la comida, y un gran patio con canchas y columpios son algunos de los servicios que ofrece el Colegio Virgen de las Eras.

El tener colegio en nuestro pueblo es un gran privilegio, y por ello todos debemos de cuidarlo y entender que es parte viva de nuestra localidad, que esos niños que cada día acuden están echando sus raíces en Santibáñez y que eso siempre es un punto a favor en el día de mañana.

De verdad es un lujo estar un día de invierno, cuando menos gente hay en el pueblo y todo parece triste y apagado, escuchar los gritos y los balones, las carreras y los cantos, que nos deleitan en el recreo nuestro peques. Os recomiendo que si podéis lo hagáis y vengáis a disfrutar de esta maravilla de sonidos.

Feliz curso 2018-2019 a todos!!!

Vista de una parte del colegio y el patio